El cuerpo humano es el hogar de billones de células de bacterias, virus y hongos. Estas células pueden vivir en la piel o en el intestino. Los microorganismos cumplen una función necesaria para la supervivencia humana.
A medida que las bacterias se replican, pueden sufrir mutaciones. A veces, estas mutaciones les ayudan a combatir antibióticos que normalmente serían efectivos. El uso de antimicrobianos ha contribuido al desarrollo de mutaciones que causan resistencia.
Los organismos resistentes proliferan con el tiempo, convirtiéndose en el tipo de organismo predominante. A veces, los organismos resistentes transmiten las instrucciones a otros organismos, causando una resistencia más generalizada.
Última actualización: 1 de noviembre de 2019