A medida que se expanden los esfuerzos de vacunación y disminuye la actividad de la enfermedad COVID-19 en nuestra comunidad, recibimos más y más preguntas todos los días sobre cuándo las cosas pueden volver a la "normalidad". Las preguntas sobre los deportes escolares no son una excepción.

Cada semana tengo el placer de mantener una conferencia telefónica de rutina con los superintendentes de los sistemas escolares ubicados dentro de los Distritos de Salud de Roanoke City y Alleghany. Hemos discutido una amplia gama de temas que afectan la educación pública, incluidas las tendencias comunitarias, los planes de vacunación para el personal escolar y las estrategias para que los niños regresen a las aulas de manera segura.

Reconociendo el papel que juegan los deportes juveniles en nuestra sociedad, también hemos pasado una cantidad significativa de tiempo discutiendo cómo los estudiantes pueden participar en deportes de manera segura. La actividad física, incluidos los deportes juveniles, es esencial para el bienestar físico y mental. Si bien los deportes al aire libre generalmente se consideran un entorno más seguro que los deportes en interiores con respecto a la transmisión de enfermedades, con una nueva temporada de deportes de escuela secundaria que comienza esta semana, continúo instando a los entrenadores y padres a tomar medidas para prevenir la propagación de COVID-19 en todos los entornos. Dichas medidas incluyen:

• En la medida de lo posible: los entrenadores deben asegurarse de que se mantenga el distanciamiento físico, promover el uso de cubiertas faciales cuando los jugadores no estén en el campo y proporcionar recursos para lavarse y desinfectarse las manos.
• Los entrenadores, el personal escolar, los padres y los jugadores deben comprender el riesgo de transmisión de enfermedades y responder en consecuencia. Los deportes de contacto al aire libre, como el fútbol, presentan un riesgo de transmisión significativamente mayor que los deportes sin contacto, como el tenis o el golf.
• Las escuelas deben crear y mantener lugares para los espectadores de acuerdo con las Órdenes Ejecutivas vigentes.

Si bien estamos muy contentos de ver que las tendencias generales de infección local disminuyen desde su punto máximo después de las vacaciones en enero, no podemos permitirnos bajar la guardia, en casa, en el trabajo y en lugares donde la gente puede reunirse, como en eventos deportivos. Está claro el impacto positivo que el deporte puede tener en la vida de los jóvenes. Para disfrutar de estas actividades de manera segura, todos debemos permanecer atentos al continuar usando mascarillas, lavarnos las manos y mantener una distancia física entre nosotros. Sabemos que estas medidas de mitigación funcionan para mantener bajas las tasas de transmisión de COVID-19 y cuando se combinan con los esfuerzos de vacunación continuos, especialmente para el personal escolar y nuestros ciudadanos más vulnerables. Juntas, estas herramientas nos brindan la mejor oportunidad de proporcionar un entorno lo más seguro posible para los eventos deportivos en nuestra comunidad.