En todas las discusiones sobre el costo de la COVID-19 en la salud física de nuestras comunidades, un aspecto que merece la misma atención es el costo que ha tenido en la salud mental. Kaiser Family Foundation, una organización de investigación de salud sin fines de lucro, informa que durante la pandemia alrededor de 4 de cada 10 adultos en los Estados Unidos han reportado síntomas de ansiedad o trastorno depresivo, en comparación con uno de cada diez adultos que reportaron estos síntomas de enero a junio de 2019*.

Ya sea que haya experimentado síntomas de COVID-19 usted mismo o no, es probable que el impacto de la pandemia, como los cierres o la pérdida de ingresos, lo haya afectado a usted y a sus seres queridos. El aislamiento social generalizado resultante de las medidas de seguridad necesarias ha aumentado la preocupación y el estrés. Los síntomas de aumento de la depresión, la ansiedad, la angustia y el aumento del consumo de alcohol y sustancias se han generalizado desde que comenzó la pandemia.

Aun así, hay razones para tener esperanzas de que estemos dando la vuelta a la esquina de este largo y difícil año. La semana pasada salieron a la luz algunas buenas noticias, nuestros recuentos locales de casos nuevos habían caído por debajo de 200. Esto significa que menos personas se infectaron en una semana que en cualquier otra semana desde principios del otoño. Tenemos la esperanza de que si continuamos siguiendo las precauciones de seguridad implementadas y si incluso más personas se vacunan, mantendremos el impulso en la dirección correcta.

Estos son algunos consejos que debes tener en cuenta para cuidarte, ahora más que nunca:

Consejos de salud mental

• Tómese un tiempo para relajarse de las actividades estresantes. Busca un poco de tiempo cada semana para hacer actividades que disfrutes.
• Conéctate con los demás. Llama a un amigo o familiar para chatear.
• Continúe con las medidas preventivas de rutina (distanciamiento físico y uso de mascarilla en público) para salvaguardar su salud.
• Crea rutinas para ti y tu hogar. La rutina y el ritual son restauradores para nosotros. Nuestro cerebro quiere una actividad predecible para que podamos relajar nuestro sistema nervioso vigilante.
• Duerme lo suficiente. Si tiene problemas para dormir por la noche, reserve un "tiempo de preocupación" durante el día para anotar sus preocupaciones. Escribirlas ayuda a evitar que tu cerebro recorra sin cesar tu lista de preocupaciones.
• Disfrute de alimentos saludables, salga al aire libre y muévase. Un simple paseo por su vecindario todos los días puede hacer maravillas para levantar el ánimo y mejorar su estado físico básico.
• Busca maneras de reír. El humor es un maravilloso mecanismo de supervivencia. Sintonice su programa de televisión favorito o conéctese con un amigo que le mejore el ánimo.

Muchos en nuestras comunidades han enfrentado y continúan enfrentando serios desafíos que pueden ser estresantes, abrumadores y causar emociones fuertes en adultos y niños. Es normal experimentar una variedad de respuestas emocionales que incluyen dolor, pérdida y duelo. Pero aprender a lidiar con el estrés de una manera saludable hará que tú, las personas que te importan y los que te rodean sean más resistentes. Ya sea que estés en primera línea o al margen, ser amable y cuidarte a ti mismo puede ayudarte a ser compasivo y apoyar a los demás.