Actualización de salud comunitaria de RCAHD
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Al reflexionar sobre nuestro segundo aniversario de COVID-19 en nuestra comunidad, es importante que honremos el impacto que ha tenido y demos gracias por el progreso que hemos logrado juntos en la lucha contra COVID.
Hoy en día, estamos agradecidos de que el aumento de ómicron continúe retrocediendo. Y tenemos la esperanza de que continuaremos viendo disminuir nuestros recuentos de casos, nuestras hospitalizaciones y nuestra mortalidad asociada con el COVID-19 .
Estamos agradecidos de estar mucho mejor protegidos contra el COVID-19. Estimaciones recientes muestran que más del 90% de los adultos de Virginia tienen al menos cierta protección contra el COVID, ya sea a través de la vacunación o a través de una infección previa.
Estamos agradecidos de tener más opciones de tratamiento médico disponibles para aquellos que contraen COVID y corren el riesgo de tener un mal resultado.
Estamos agradecidos de haber construido asociaciones comunitarias sostenibles que no solo nos ayudarán a proteger a nuestra comunidad si una nueva variante amenaza nuestra salud, sino que también podemos contar con nosotros para continuar mejorando la salud de nuestra comunidad juntos, ya sea que se trate de una enfermedad infecciosa o un trastorno por uso de sustancias o cualquier número de amenazas para la salud.
Estamos agradecidos, pero somos humildes. Sabemos que el COVID-19 sigue aquí y es probable que se quede aquí en el futuro previsible. Y sabemos cuánto nos ha arrebatado el COVID.
En los últimos dos años, el COVID ha abrumado a nuestros socorristas, nuestros trabajadores de la salud, nuestras salas de emergencia y nuestros hospitales. Ha aislado a niños y adultos mayores. Ha desafiado implacablemente a nuestras escuelas de maneras que no podríamos haber imaginado. Ha perturbado nuestros negocios. En resumen, el COVID-19 ha herido nuestros corazones y mentes con pérdidas inimaginables.
Los dos últimos años han presentado desafíos implacables para cada uno de nosotros y todavía tenemos muchos desafíos por delante. A medida que hacemos la transición a una nueva normalidad, una en la que esperamos ver olas esporádicas de actividad de COVID-19 , debemos considerar cómo:
- Proteger y tratar el COVID-19 para minimizar el impacto en la salud de las hospitalizaciones y muertes por Covid-19
- Prepararse para nuevas variantes y determinar cómo podemos minimizar su impacto, incluida la transmisión comunitaria
- Prevenir el cierre de negocios y escuelas para minimizar el impacto económico y de salud mental
- Mejorar la resiliencia de la comunidad mediante la identificación de enfoques sistemáticos para abordar las necesidades de salud mental y ayudar a todos nuestros residentes a recuperarse.
Para concluir, no sabemos lo que nos deparará el futuro, pero sí sabemos que podemos contar los unos con los otros para enfrentar juntos los desafíos que se nos presenten.