
La justicia ambiental reconoce el vínculo directo entre los problemas económicos, ambientales y de salud. Es el trato justo y equitativo y la participación significativa de todas las personas, independientemente de su raza, color, origen nacional o ingresos, con respecto al desarrollo, la implementación y el cumplimiento de las leyes, reglamentos y políticas ambientales. Un trato justo significa que ninguna población soporta una parte desproporcionada de las consecuencias ambientales negativas que resulten de las operaciones industriales, municipales y comerciales o de la ejecución de las leyes federales, estatales y locales; normativa; y políticas. Una participación significativa requiere un acceso efectivo a los tomadores de decisiones para todos, y la capacidad de todas las comunidades para tomar decisiones informadas y tomar acciones positivas para producir justicia ambiental para sí mismas.
Cuando se habla de trato justo, es importante entender la diferencia entre la igualdad y la equidad. La igualdad significa que cada individuo o grupo de personas recibe los mismos recursos u oportunidades. La equidad reconoce que cada persona tiene circunstancias diferentes y asigna los recursos y oportunidades exactos necesarios para alcanzar un resultado igualitario. No todas las comunidades tienen los mismos recursos debido a factores como el racismo sistémico, la disparidad económica y el acceso a la infraestructura. Comprender la diferencia entre la igualdad en salud y la equidad en salud pública es un primer paso importante para garantizar que los recursos se dirijan adecuadamente, así como para apoyar el proceso continuo de conocer a las personas donde están. Un próximo paso fundamental debería incluir el concepto de liberación. Las prácticas liberadoras o de liberación se esfuerzan por eliminar la(s) fuente(s) de la inequidad y abordar las barreras sistemáticas que crean y mantienen las desigualdades.


El racismo ambiental es el impacto desproporcionado de los peligros ambientales en las personas de color. El racismo ambiental se refiere a las reglas institucionales, regulaciones, políticas o decisiones gubernamentales y/o corporativas que afectan de manera desproporcionada a las comunidades por los usos de la tierra localmente indeseables y la aplicación laxa de las leyes ambientales y de zonificación, lo que resulta en que las comunidades de color estén expuestas a desechos tóxicos y peligrosos basados en la raza. El racismo ambiental es causado por varios factores, incluyendo la negligencia intencional, la supuesta necesidad de un receptáculo para los contaminantes en las áreas urbanas, y la falta de poder institucional y los bajos valores de la tierra de las personas de color. La evidencia ha demostrado que las comunidades de color y las comunidades de bajos ingresos se ven afectadas de manera desproporcionada por las industrias contaminantes.